Fueron involuntarias
A lo Roberto Gómez escribo que hoy he estado en Sports La Pava. No es un restaurante sino uno de esos sitios tipo Meyland donde hay tropecientos campos de fútbol. Allí he estado con Oscar y con más gente (que no cito por no alargar en exceso el texto). Ha llegado justo al partido y aún así le ha dado tiempo de contarnos que hoy ha coincidido con Eto'o.
Oscar tiene una tienda de golf en el corazón de Barcelona. Cerca de Francesc Macià. Como es colega haré un poco de publicidad y diré que es uno de los pocos sitios de Barcelona (sino el único) donde puedes hacer unos hoyos dentro de la propia tienda y donde te compran los palos viejos para que te puedas llevar los nuevos a mejor precio. Incluso enlazaré un mapa de donde está situado Mundo Golf por si a alguien le apetece pasar (no digáis que váis de parte del Bar Deportes porque no tendrá ni puta idea de lo que le estáis hablando).
La cosa es que estando en la tienda ha visto a Eto'o que salía de depilarse de una esteticien cubana que hay al lado de su local y le ha invitado a entrar en la tienda antes de que se metiera en su Porsche Cayenne plateado (que supongo que de los quince coches que tiene debe ser el que utiliza para ir por la ciudad). Al fin y al cabo Oscar sabe que el futbolista deja de ser futbolista cuando comienza a ser golfista ( y no estoy pensando en Gerard). Sin embargo no ha habido suerte: Eto'o de momento no juega a golf y, aunque ha entrado a la tienda porque un amigo que le acompañaba sí que lo hace, no ha tocado los palos. Eso sí, por lo menos ha dado su versión de la jugada polémica del partido del Valencia cuando Oscar le ha preguntado: "Fueron manos, pero fueron involuntarias".
Y si Eto'o lo dice yo me lo creo. Porque siempre ha sido sincero y porque me apunto a la moda que se lleva en la Semana Oficial del Cambio de Camiseta.
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