Sobre el Tau - Penya
En el minuto 1 de partido Joan Creus, que de esto del baloncesto no sólo sabe un montón sino que además lo explica bien, nos daba el primer palo a los de la Penya: ¡ojo con Mickeal! En el tercer cuarto del partido de Liga secó a Rudy y hoy puede volver a hacerlo.
Y doy fe que lo ha hecho y de que esa ha sido la clave para que el Joventut metiera sólo quince puntos en 16 minutos y de que el Tau se fuera de más de 10 puntos en el marcador. La final se alejaba. Pero Joan Creus que, como he dicho, sabe de tácticas, de jugadas, de esquemas y de todo lo que se pueda saber en este mundo, no sabía que los árbitros iban, de una tacada, a meter en el partido a la Penya, a sacar de él a Mickeal y, por lo tanto, a allanar el camino de Rudy hacia el MVP y la victoria. Una antideportiva rigurosa y una técnica evitable volvían a igualar la final.
Y igualada siguió durante la segunda parte hasta que la Penya, en el último cuarto, abrió algo de brecha, Teletovic y sus triples la cerraron y Ricky se encontró, en el último minuto de partido, en la línea de tiros libres para decidir la Copa. Tiene 17 años, no le dejan hablar (y bien que hacen) y la palabra "nervios" no existe en su diccionario. Tres arriba, el Tau falló su ataque, Mallet aprovechó los siguientes tiros libres y la historia se acabó. Historia que, por cierto, en el caso de la Penya no ha durado los tres días de competición sino los 4 años que ha tardado Rudy en cerrar aquella herida de aquella final de Copa en la que también fue MVP, también jugó contra el TAU pero en cambio perdió.
Aquel fue su gran bautizo. Hoy sus lágrimas servían de despedida.
Etiquetas: Penya, Ricky Rubio, Rudy
