Los baños sangrientos
Leía el otro día que la televisión en España estaba pasando del color rosa al negro. Que donde había corazón, ahora hay sucesos. Con el blog, inconscientemente, está pasando lo mismo. He pasado de meter las zambrottas y las portillas a tíos con un corte en el cuello o un dedo en el ojo.
Hoy, dentro de este panorama negro, aparece la historia del caníbal ese que muerde la nariz a Iván Pérez (¿no podía haber cogido a otro más pequeño?) mientras disputan un partido de waterpolo. Me gusta el vídeo. Lo miro dos o tres veces y al final me doy cuenta de que del blog donde han sacado las imágenes en EMD, yo tengo cosas en el congelador.
Así que lo abro y encuentro lo que buscaba. Es el Baño sangriento de Melbourne, una historia que se remonta al año 56 y que tiene como protagonistas a Hungría y a la URSS. La Wikipedia lo explica muy bien pero yo haré un resumen en cinco líneas. Los primeros querían tener sus pelotas libres, los segundos preferían agarrarlos por las pelotas. Y, al final, lo que sucedió, es que los primeros se sintieron los hombres más felices del mundo cuando, por unas horas, pudieron ser quienes aplastaran las pelotas de los rusos durante un partido de waterpolo que se disputó en las Olimpiadas de Melbourne.
El 4-0 provocó que los rusos se lo tomaran mal y al final, como dice el refrán, la sangre llegó al río (o en este caso a la piscina).
PD: Es decir "sangre" y aparecer Tarantino merodeando. El director produjo un documental sobre el Baño sangriento de Melbourne. Aquí el trailer.
[Con uno o dos meses de retraso, gracias Martín por el enlace]
Hoy, dentro de este panorama negro, aparece la historia del caníbal ese que muerde la nariz a Iván Pérez (¿no podía haber cogido a otro más pequeño?) mientras disputan un partido de waterpolo. Me gusta el vídeo. Lo miro dos o tres veces y al final me doy cuenta de que del blog donde han sacado las imágenes en EMD, yo tengo cosas en el congelador.
Así que lo abro y encuentro lo que buscaba. Es el Baño sangriento de Melbourne, una historia que se remonta al año 56 y que tiene como protagonistas a Hungría y a la URSS. La Wikipedia lo explica muy bien pero yo haré un resumen en cinco líneas. Los primeros querían tener sus pelotas libres, los segundos preferían agarrarlos por las pelotas. Y, al final, lo que sucedió, es que los primeros se sintieron los hombres más felices del mundo cuando, por unas horas, pudieron ser quienes aplastaran las pelotas de los rusos durante un partido de waterpolo que se disputó en las Olimpiadas de Melbourne.
El 4-0 provocó que los rusos se lo tomaran mal y al final, como dice el refrán, la sangre llegó al río (o en este caso a la piscina).
PD: Es decir "sangre" y aparecer Tarantino merodeando. El director produjo un documental sobre el Baño sangriento de Melbourne. Aquí el trailer.
[Con uno o dos meses de retraso, gracias Martín por el enlace]
Etiquetas: waterpolo
Genial, la mejor definicion que he escuchado nunca sobre el tema, aunque reconozco que es pensar en eso, y sentir una cierta presion en determinada zona...
El montaje del vídeo de los mordiscos presenta un fallo en cuanto a su banda sonora.
¡Yo hubiera puesto la de Tiburón!
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