Me ha parecido deliciosa la rueda de prensa de presentación de
Johan Cruyff como seleccionador catalán. Sólo con tener tres de estas cada año, ya merece la pena el cargo. A nivel teórico lo que ha hecho el holandés es cargarse las patas sobre la que se aguanta la selección (nación y lengua) y poner otras (su fundación y el fútbol) que quizás son más loables pero a que nivel social son muchísimo menos ruidosas. O lo que es lo mismo, si la
selección está para hacer de altavoz,
Cruyff lo ha desenchufado.
Sobre la posibilidad de que
Catalunya llegué a ser algún día una nación o una
selección oficial
Cruyff ha dicho: 1. que ellos no pintan nada en ese tema 2. que no va a usar el enchufe de
Platini para impulsar eso y 3. que no se atreve ni a tararear
Els Segadors en público (¡aunque sí conoce la canción!). Y ha sido bastante
cruyffista (en el sentido de disperso) cuando le han preguntado qué
ranking ocuparía
Catalunya en el panorama Mundial y él ha respondido que "
el Barça y el Espanyol tienen buenos equipos en el fútbol base" (?).
El otro tema polémico de estos días -la lengua catalana en general y la de
Cruyff en particular- también ha tenido su momento de protagonismo esta mañana. El holandés, al ser preguntado sobre su catalán, ha sentenciado que lo importante no es la lengua sino explicar bien el proyecto de la Federación. Y ha añadido: "
En mi país, que es Holanda, no puedes obligar a todo el mundo que hable holandés. Yo el español no lo hablo demasiado bien, el inglés y el alemán tampoco. El holandés, un poco mejor. Así que no pienso violar el catalán". ¡Oh! ¡Violar el catalán! ¡Que fantástico verbo! Ha sido decirlo y a los tres minutos salir Pilar
Rahola por
TV3 - ¿esta mujer vive en los
platós?- y pegarle caña contando su verdad: que el nuestro es un idioma en peligro de extinción y que
Cruyff, desde su posición de seleccionador, no ayuda a remediarlo sino todo lo contrario. Además ha añadido que si a él no se le exige hablarlo, entonces tampoco tiene sentido hacerlo al resto de inmigrantes que vienen a nuestra tierra a trabajar. Y tiene raón. Así que ya me veo yendo a cursillos de ruso, rumano, sueco, croata o griego para poder pedir un café en el Bar.
Total, que a mí me ha gustado la línea de
Cruyff de no hacer del fútbol una arma para la política (aunque me temo que habrá gente que prefiera lo otro) pero no he acabado de entender porque de media hora que ha durado la rueda de prensa, veinte han ido destinados a explicar el
funcionamiento de su Fundación. Tanto empeño han metido en hablar de ella que al final ha quedado claro que de gratis nada, que allí hay una
contraprestación como Dios manda. Es más, incluso
Johan, en ese castellano suyo que no se sabe si es ejemplo, si es realidad o qué coño es, ha comentado: "
En Catalunya hay 6 millones de habitantes. Si cada uno pusiera un euro, haríamos maravillas". ¡Ni que lo digas! Si esa violación al bolsillo del catalán la ha soltado en público, seguro antes que la habían calculado en privado. Comencemos a temblar.