Lo tengo claro. Si en estos momentos tuviera que escoger una oveja negra dentro del vestuario del Barça, escogería a Edmilson. No se puede decir que "
falta mala leche, que hay ovejas negras y que algunos tienen al fútbol como cuestión secundaria" sin nombrar a nadie. Señala a todos y se salva él. Los ronaldinhistas señalarán a Eto'o y Henry. Los de Eto'o, a Ronaldinho y Messi. Y yo, que soy muy malpensado, creo que aprovecha la metralla para de paso salpicar a Rafa Márquez, central y mediocentro como él. ¡Qué casualidad!
No se puede hablar de "
hacer una piña" y luego preferir los vestuarios del Sao Paulo a los del Barça para recuperarte de una lesión. No sé puede hablar de "
mala leche" cuando eres el mediocentro con el pecho más frío que ha tenido la canarinha desde el Mundial 86. No se puede dejar mal al entrenador diciendo cómo ha de jugar el equipo o al capitán diciéndole como tendría que actuar y en cambio no atreverse a mentar a las vacas sagradas. Y, sobretodo, no se puede pedir "
al grupo que esté unido porque sino el barco se hunde" y luego ser tú el que acabas de abrir la grieta para al mismo tiempo lanzarte en un bote salvavidas.
Por cierto, ahora que hablamos de animales, ovejas sagradas y de vacas negras -¿o era al revés?- he de decir que estas dos semanas sin fútbol me he acordado de aquella frase célebre de JB Toshack: "
El domingo me cargaría a todos los jugadores. El martes, sólo a ocho. El jueves creo que los culpables son sólo dos o tres. Al final acaban jugando los mismos once cabrones de siempre". Pues bien, en el Barça ha pasado más o menos lo mismo tras la derrota de Getafe. Primero se cargaban al entrenador. Luego a los de arriba. Después salvaron a los de arriba y encontraron que la solución era fichar a gente. Al día siguiente no sólo no iban a fichar a nadie sino que eran a los azulgranas a los que querían fichar. El último diagnóstico es que el problema de todo un señor equipo como es el Barcelona es que tiene tres lesionados. Resumiendo: que mal que le pese a los aficionados, aquí no ha pasado nada. Contra el Recre continuarán jugando los mismos once cabrones, las mismas once vacas sagradas y las mismas once ovejas negras que siempre han jugado.
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