¡Jo! No hay quien entienda a los ventiladores del FC Barcelona. Llevan toda la temporada sacando del equipo a Ronaldinho y ahora que el brasileño entiende el mensaje y se queda fuera, va y se quejan de que no está dentro. Lo crucifican y lo resucitan para volverlo a crucificar. ¡Esa es la Biblia azulgrana!

¡Ya! Que para no decir que aquella portada de "La afición quiere a Iniesta-Eto'o-Bojan" ha resultado que tampoco ha sido la solución (y en cambio sí el problema del nuevo "Caso Ronaldinho y una nueva demostración de lo que insinuo Puyol hace poco: que Rijkaard se deja llevar por la prensa), que no hay Dios que encuentre como arreglar ese vestuario y que el problema no sólo esté abajo sino también arriba, han decidido darle a Ronaldinho el papel de Judas en la Última Cena. ¡Aparece poco pero no veas el protagonismo que adquiere en la historia!


¡Amén! Que en cualquier sitio serio, tras lo de Almería y antes de lo de Valencia, lo normal hubiera sido presionar a los que juegan y no a los que no juegan. Eso hubiera sido lo lógico. Más que nada porque al hablar toda la semana de Ronaldinho nadie está pendiente del equipo que, recordemos, es el que falla aunque juegue el Padre, la hija y el Espíritu Santo. Pero es más de los mismo. Los apóstoles (con sus cuatro evangelistas de galácticos) que escriban el cuento como les de la gana. Nosotros ya nos encargaremos de que Judas sea el culpable incluso de las faltas de ortografía.

Etiquetas: Barcelona, Ronaldinho

Escrito por por Anónimo el 18 marzo 2008.
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