Era el partido menos importante de los cuatro - sólo estaba en juego una Liga- así que a penas tenía expectativas depositadas en él. Sin embargo, y tal y como fue la noche, el
match deja tres tramas abiertas muy interesantes
1. La de Mourinho.Al portugués se le esperaba tarde o temprano lo que no nos
imaginábamos era el guión con el lo iba a hacer. Que en la Gran Batalla contra el
Barça decida hacer la guerra contra la prensa me ha sorprendido. ¡Ojo! Que no me quejo. Al
contrario, casi prefiero esta guerra que la otra. No sólo no aburre sino que, a medida que avanza la trama, te engancha. Primero el plante de los periodistas, luego el desplante de
Mou y ahora apetece que en la próxima rueda estén presentes los
Relaño, De la Morenas, Indas y compañías. ¡Qué
show!
Por cierto, muy
fan del "Sólo con Inda" que suelta el portugués al redactor de Marca que estaba ayer en el
Bernabeu. Por un lado, refuerza (aún más) el
ego del periodista navarro. Lo necesitaba después de las hostias del
Butano. Por otro, da una idea de
futuro programa en las madrugadas de Veo 7. "Sólo con Inda", el programa
en que, a lo Cuca
García de
Vinuesa, Inda te daría consejos amorosos, te escucharía e incluso te tiraría las cartas. Yo lo vería.
Por último, y para acabar con
Mou, me mola que aplique la ley del
talión no sólo con
periodistas sino con todo aquel con el que tenía alguna cuenta pendiente. Lo de los
aspersores, un
detallazo. No contento con no regar el terreno de juego (
preguntadle a Albiol si le pareció buena idea), decide abrirlos al acabar el partido. Es como si en el fondo dijera: "¿No celebré la
Champions en el Camp Nou? Vosotros tampoco celebraréis la Liga en el Bernábeu". Lástima que el encargado llegara treinta minutos tarde a la orden. Hubiésemos reído bastante.
2. La de Pepe.Fue el mejor y lo mejor del partido. El mejor porque, dentro de ese Madrid que está perfilando
Mourinho, Pepe se siente a gusto y cumple a la perfección el papel de líder del equipo. Y lo mejor porque promete grandes momentos en la eliminatoria: al sentirse a gusto, corre más, al correr más, hace más kilómetros y al hacer más kilómetros, se encuentra más pasajeros y más piernas en el camino. ¿Conclusión? Que sabiendo como es Pepe, se avecina
Casquerazo. 360 minutos son muchos minutos para que no nos regale una imagen para el recuerdo. ¿O acaso le véis aún en el cuarto partido pidiendo cabeza a la gente?
3. La de las telesLa trama de las retransmisiones pinta mal. El hecho de estar los partidos tan juntos y tan repartidos a nivel de derechos va a significar una especie de concurso entre las cadenas de "
a ver quién la tiene más larga y lo hace mejor".De momento lo único positivo de este concurso es que al realizador de La Sexta no lo vamos a tener que sufrir más. Seguramente porque al tipo le gusta más la
tele que el fútbol, ayer nos regaló un partido más televisivo que
futbolero. Total, que nos cagamos en él varias veces. Además logró lo que no lograba nadie hace tiempo: que la gente no insultara a Esteva sino a la mierda de
spidercam. Me quedo con tres
tweets que leí ayer y que resumen la situación:
"Gintonics + realización de la Sexta = no me he enterado de nada del clásico ese." (@Vicent Molins)"La peor realización de un partido que he visto en mi vida. Incluyo fútbol regional y un partido de fútbol 7 que grabé con mi handycam." (@superpepo)
"Entre el HD y los ángulos de cámara bizarros de La Sexta, he hecho varios amagos de conectar un mando de Playstation a la tele." (@Guillen Fran)
En fin, suerte que el miércoles llega TVE y nos dará un respiro de cámaras cools y pijas. Iban a ponerlas, sí, pero al final decidieron gastarse el presupuesto en relojes para los técnicos no vaya a ser que lleguen otra vez tarde a su cita con el himno.