Del tema MaradonaMe pasa una cosa curiosa: cuanto más escucho el verbo mamar y chupar, más del lado de
Maradona estoy. Es incomprensible porque lo natural es que uno se aleje del energúmeno para no copiar conductas pero en este caso me resulta imposible.
Maradona me ha hipnotizado y ha conseguido convertirme radicalmente: de niño me gustaba su fútbol y me asqueaban sus conductas fuera de la
cancha. Ahora es al revés: aborrezco su fútbol y me he convertido en un
fan de sus actos. Me ha enseñado que en el mundo del fútbol, el fútbol es lo de menos.
Si Argentina fuera mi selección supongo que esta sensación no la tendría y que, como los periodistas de su país, me hubiera sumado a las críticas y ahora
yo también la tendría dentro. Pero como no es mi selección, disfruto con él. Me gusta el espectáculo. Ayer, p.e., y mira que de fútbol hubo poco, no hubiera aguantado hasta tan tarde despierto si no hubiese sabido que algo histórico podía suceder. Es más, me imagino un Mundial con él y otro sin él y no tengo duda que el primero es el que tiene mejor pinta. Mucha mejor pinta. Y cuanto más lejos llegue Argentina, más
reiremos, más nos pondremos las manos en la cabeza, más nos escandalizaremos, más hablaremos y, en
consecuencia, más disfrutaremos. Tanta magia genera el Diego que me atrevería a decir que si por casualidad España se cruza con él en el camino, firmaría la derrota siempre y cuando Argentina saliera campeona. Pensando en Del Bosque cantando el camarero y recuperando el
show de
Maradona de ayer y multiplicándolo por mil (el valor que hay entre una triste
clasificación y levantar la Copa), creo que no sería el único en firmar el caer eliminados.
Del tema TamudoLlevo días intentando evitar el tema para no ensuciarme. En los
clubs pequeños, a diferencia de los grandes donde hay tanta tarta a esquivar que alguna te explota en la cabeza, podemos ir sorteando estos follones fácilmente porque tal como aparecen, desparecen. Pero esta vez el pastel se ha hecho tan grande y en él ha participado tanta gente que al final ha sido imposible no mancharse. Eso sí, lejos de quedarme saboreándolo, intentaré escupirlo lo más lejos y lo más rápido posible.
Para mí, antes y después de las lágrimas de hoy,
Tamudo es un ídolo y como tal no tiene sentido que marche por la puerta de atrás. Que eso pase en
Barça o en Madrid alguna vez es normal porque allí tienen 15 ídolos por año y alguno siempre puede acabar mal. Pero aquí, que cada quince años tenemos un ídolo (N'
kono y
Tamudo desde mi nacimiento), no podemos hacer eso. Y mucho menos usando el nombre de
Jarque. Sea verdad o sea mentira la versión de los dirigentes,
Tamudo es
Tamudo, el tipo que lleva aguantando al
Espanyol desde hace mucho pero que mucho tiempo a base de trabajo, trabajo y más trabajo. Nos ha salvado, nos ha dado Copas, nos ha llevado a soñar con la
UEFA, nos ha hecho presumir en la Selección, y, encima, se ha tenido que sacrificar por el
Espanyol en sus mejores años aceptando, entre lágrimas, una oferta de Escocia (gracias a Dios aquel doctor tenía un mal día). En resumen, nos ha dado
satisfacciones para algunos impensables. Sólo por eso, un respeto. Así pues, ¿a qué viene ahora todo este circo? ¿por qué este
show? Si
Tamudo quiere quedarse,
ayudémosle en su estancia. Si quiere irse,
facilitemos en su marcha. Si quiere retirarse,
hagámosle una despedida. Y si quiere ser presidente, que lo sea. Pero lo que no hagamos es el ridículo y/0 la guerra. Aplaudámosle. Yo el domingo, si juega, lo haré. Cuando salga y cuando marque. Y entonces gritaré: "¡
Que la sigan chupando!"