El único indio bueno es el indio muerto
Soy el primero que he estado delante de la tele con mis palomitas viendo la rueda de prensa de Ramón Calderón pero eso no significa que no tenga unas ganas locas de que este tema avance y pasemos a otro menos divertido pero más simple.
Vale que mole que el grupo que más he leído estos días en Facebook sea el de "Yo también asistí a la Asamblea del Madrid"; que en Argentina hagan broma con el nuevo presidente blanco ("nada menos que Vicente Boluda. Sí, así se llama" destaca en Olé); que Pipi Estrada pase de ser experto en Soraya en Mujeres y Hombres y Viceversa a experto en Calderón en VEO en menos de dos horas; y que haya quién diga que El Tirachinas lleva tres años intentando cargarse a Calderón y el Marca lo ha hecho en tres días.
Sin embargo es una putada que a los palomiteros nos dejen siempre con esa sensación de no saber qué está pasando exactamente. Eso sí, lo intuimos. Aunque no hayamos visto a los vaqueros sabemos quién es el indio. Pero desconocemos si el indio es tan malo como lo pintan los medios, malo pero divertido como creemos la mayoría o un indio honesto pero con una depresión de caballo como se ha dibujado Calderón en la rueda de prensa. En todo caso, como diría el General Philip Sheridan (me voy a las pelis del oeste): ""El único indio bueno es el indio muerto" y Calderón está tan muerto que ya hay incluso algún periodista como Edu García que inflado al saberse en el bando ganador (no sé si el Madrid forma parte de la guerra o es tan solo el campo de batalla) se atreve a lanzar un órdago ganador: "En la rueda de prensa debería haber dicho que ahora acudiría a los Tribunales para perseguir a todos aquellos que habían dicho mentiras sobre él". ¡Pobre hombre! ¿Quiere que ingrese en un psiquiátrico o qué? ¿Cómo va a ir a los tribunales? Para perder no hace falta. Y si por casualidad gana el juicio acabaría volviéndose loco y perdiendo el jucio (¡vaya paradoja!) sabiendo que está fuera del club por unas mentiras que él aseguraba que no eran ciertas. Antes que eso mejor era atrincherarse a lo Laporta en un despacho. Aunque me imagino que RC, como Joan Gaspart en su día con la Generalitat, ha debido recibir los suficientes "consejos" como para entender que lo mejor era hacer lo que no quería hacer. Irse.
En fin, se acaba esta etapa. Dos ligas en dos años (no pudo superar a Lorenzo Sanz, dos Champions en tres) y el curioso honor de dejar a una ciudad de mayoría culé como es Barcelona triste por su adiós. Yo en cambio siempre le recordaré como aquella vez que me lo crucé en un restaurante de Madrid: fugaz, educado con unos, desafiante y enfadado con otros, provocando tensión con su presencia y friki, muy friki (si frikis son los que van con una camiseta de Felipe Reyes encima de una camisa a las dos de la madrugada). Sin embargo este es un episodio que contaré dentro de 70 años en mis memorias. Por hoy el ladrillo es suficiente.
Vale que mole que el grupo que más he leído estos días en Facebook sea el de "Yo también asistí a la Asamblea del Madrid"; que en Argentina hagan broma con el nuevo presidente blanco ("nada menos que Vicente Boluda. Sí, así se llama" destaca en Olé); que Pipi Estrada pase de ser experto en Soraya en Mujeres y Hombres y Viceversa a experto en Calderón en VEO en menos de dos horas; y que haya quién diga que El Tirachinas lleva tres años intentando cargarse a Calderón y el Marca lo ha hecho en tres días.
Sin embargo es una putada que a los palomiteros nos dejen siempre con esa sensación de no saber qué está pasando exactamente. Eso sí, lo intuimos. Aunque no hayamos visto a los vaqueros sabemos quién es el indio. Pero desconocemos si el indio es tan malo como lo pintan los medios, malo pero divertido como creemos la mayoría o un indio honesto pero con una depresión de caballo como se ha dibujado Calderón en la rueda de prensa. En todo caso, como diría el General Philip Sheridan (me voy a las pelis del oeste): ""El único indio bueno es el indio muerto" y Calderón está tan muerto que ya hay incluso algún periodista como Edu García que inflado al saberse en el bando ganador (no sé si el Madrid forma parte de la guerra o es tan solo el campo de batalla) se atreve a lanzar un órdago ganador: "En la rueda de prensa debería haber dicho que ahora acudiría a los Tribunales para perseguir a todos aquellos que habían dicho mentiras sobre él". ¡Pobre hombre! ¿Quiere que ingrese en un psiquiátrico o qué? ¿Cómo va a ir a los tribunales? Para perder no hace falta. Y si por casualidad gana el juicio acabaría volviéndose loco y perdiendo el jucio (¡vaya paradoja!) sabiendo que está fuera del club por unas mentiras que él aseguraba que no eran ciertas. Antes que eso mejor era atrincherarse a lo Laporta en un despacho. Aunque me imagino que RC, como Joan Gaspart en su día con la Generalitat, ha debido recibir los suficientes "consejos" como para entender que lo mejor era hacer lo que no quería hacer. Irse.
En fin, se acaba esta etapa. Dos ligas en dos años (no pudo superar a Lorenzo Sanz, dos Champions en tres) y el curioso honor de dejar a una ciudad de mayoría culé como es Barcelona triste por su adiós. Yo en cambio siempre le recordaré como aquella vez que me lo crucé en un restaurante de Madrid: fugaz, educado con unos, desafiante y enfadado con otros, provocando tensión con su presencia y friki, muy friki (si frikis son los que van con una camiseta de Felipe Reyes encima de una camisa a las dos de la madrugada). Sin embargo este es un episodio que contaré dentro de 70 años en mis memorias. Por hoy el ladrillo es suficiente.
Etiquetas: Ramon Calderón
Lo mejor de la comparecencia de R. Calderon, su despedida "que Dios les bendiga".
La despedida me recuerda al "Y bon nadal a tots" del Creixell en su última actuación estelar ante las cámaras.
Y sí, creo que Calderón no es tan malo como lo pintan. Eso sí, creo que ha sido un gestor bastante deficiente.
PLAS, PLAS, PLAS
Ahora tendremos un nuevo motivo para que Carlos Sainz vuelva a estar de actualidad... se presentará a las elecciones?
¿El Marca se ha cargado a Calderón? El Marca y algunos más.
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