Que el mundo occidental y los periodistas estén tranquilos: Pekin no sólo estará limpio en verano sino que el precio del pollo con almendras estará por los suelos. Y es que para que esas dos medidas se cumplan, el Gobierno chino se ha puesto manos a la obra y ha creado campos de refugiados para los miles y miles de gatos que caminan por la ciudad. Y a diferencia de Steve Mc Queen, esos gatos os aseguro que no se escapan en moto.

La historia la cuenta el Daily Mail y es tan triste y dramática que me imagino que incluso Walt Disney podría hacer de ella una película. Básicamente cuenta eso que he explicado: que los gatos sobran (hay medio millón en Pekín), que llevan enfermedades y que hay que exterminarlos. También cuenta el otro lado de la moneda, el de los pro gatos, capaces de almacenar más de 250 gatos en el saloncito de su casa porque dicen que es inhumano lo del Gobierno [Nota mental: ¡joder! inhumano es el olor que debe desprender la comida de gato en ese saloncito]

Etiquetas: Pekin 2008

Escrito por por Anónimo el 13 marzo 2008.
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