1. Me he encontrado con Toni. El sábado pasado fue al Camp Nou y hoy aún estaba negro. Y no por el resultado. No. En el minuto diez de partido aún estaba buscando plaza de parking ya que la suya del Camp Nou estaba ocupada. Alguien debería mirar si donde caben 50 coches no se pueden cobrar 60 o donde caben 50 no entran 50 y 10 amigos.

2. Quien tampoco encontró sitio fue Jordi Roche, el Presidente de la Federación Catalana. Pero no sitio para aparcar sino un sitio adecuado para sentarse. Alguién debería mirar si en un palco donde caben 50 personalidades, entran 50 personalidades, 20 compromisos y 20 familiares. Roche se acabó yendo del Camp Nou puteado. (Visto aquí)

3. He leído la notícia del entrenador del cadete femenino que acabó mandando a una niña de 14 años del Europa al hospital de Sant Joan de Déu. No sé como fue la historia pero tiene toda la pinta de poder catalogarse entre "las cinco cruzadas de cables más grandes del año".

4. También leo la letra pequeña de esta noticia de El Mundo Deportivo. Han hechado a un empleado de la Oficina de la Atención al Jugador "porque los jugadores sobre los que tenía ascendencia (los brasileños) no estaban rindiendo". Que surrealista. Ni preparadores físicos, ni entrenadores, ni jugadores, ni el que maldiseña la plantilla mientras juega a golf son los culpables. La culpa del mal momento del Barça la tiene el primo del hermano del novio de la amiga del suegro de Manolo (que no es lo mismo que decir que la culpa la tiene el cuñado). Supongo que los próximos en acudir a los despachos serán los brasileños con su vaso de agua para que el club pueda comprobar si ésta ha sido la gota que colma el vaso o aún de provocar más tormentas.

5. Un brasileño que parece que saltará del club es Motta. Me parece justo. Negarse a entrenar y posteriormente pedir perdón lo catalogo como un hecho infinitamente más grave que el de negarse a jugar un partido, cagarse en el entrenador y no dar la cara por ello.

6. He estado escuchando esta entrevista de Com Ràdio a uno de los representantes de Daniel Alves. Se llama Domingo Fernández. El último tipo que conocí con ese nombre (y que tenía esa misma voz) jugaba conmigo en el Pubilla Casas. El mundo es un pañuelo. Por lo que recuerdo de él, seguro que está enfadado con las interpretación que hace de sus palabras el Sport.

Escrito por por Anónimo el 14 marzo 2007.
Compartir ésta noticia :