Topicazo en el titular pero es que no hay otro que venga más a huevo. A Antonio Cassano le bastó tocar un balón en el Real Madrid para convertirse en el Robinho del presente, en el futuro Ronaldo y de paso para transformar en pasado a Soldado.

El fichaje al que todo el mundo discute y critica se convierte de la noche a la mañana en la ilusión de un nuevo proyecto, en la esperanza del madridismo y en el mago que devuelve el sueño de Copa y Champions. Y todo eso en sólo tres minutos que es el tiempo que tarda en sonar la Big Station de Los Piratas con aquello de "Alguien debería inventar qué podemos hacer con las cosas que no sirven para nada y que no podemos tirar", canción que ya sonó en su debut a Robinho, Soldado, Maxi López...

Esa es la grandeza (y pobreza) del fútbol. Cassano ha marcado un gol clave que le hará posar en todas las portadas madrileñas un par de semanitas, que le adelgazará unos quilos pese a mantener el peso y que tendrá como efectos colaterales a un Soldado buscando club para el año que viene, a un Robinho con menos presión y a un Ronaldo más vulnerable a las pitadas del aficionado blanco.

Escrito por por Anónimo el 18 enero 2006.
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