Fue una gran noche. No la del 31 (que también aunque fuera incapaz de acabarla) sino la de ayer día 1 que decidí ni empezarla y quedarme en casa bien calentito y estando atento a dos grandes espectáculos: el de Callejeros en la Moraleja y el de Gilbert Arenas en Twitter.

De Callejeros he de decir que si existe la envidia sana también existe la de la otra clase, la que te impulsaría a pegar un par de collejones de rabia (por decirlo de manera suave) al otro protagonista. Y esa envidia rabiosa, de colleja, ayer la sentí más que nunca en mi cuerpo cuando veía a esas mujeres -"esposas" las llaman en la clase alta y deben hacerlo porque ese es el verbo con el que atan a sus maridos al trabajo- con su Porche, su bronceado y su cuerpo de gimnasio caro diciendo a cámara que no se dedicaban a nada. Bueno, miento. Se dedicaban "a cuidarse". Y a ir de compras. Aunque alguna matizaba: "todo el día no estamos de compras. Alguna mañana también vamos al cine". Bufff. Tuve que morderme el puño un par de veces para no tirar el mando a la tele.

Por cierto, en la Moraleja también hay gente del fútbol y ayer tres hombres fueron protagonistas: 1. Mahamadou Diarra en una terracita de un club pijo recibiendo un tirón de orejas de una mamá pija por haber perdido un partido (Yo soy presidente del Madrid y prohibo vivir a los jugadores en esa zona por motivos de salud mental que luego se traducen en el campo) 2. José María Garcia en un club de golf diciendo que en enero espera volver a la tele pero no para hacer un programa de deportes (¡¡hay más retornos del Butano que marchas de Sánchez Llibre!!) y 3. Ronaldo, ausente en imagen pero presente en el corazón de unas monjitas que iban explicando a cámara que "cuando Ronaldo se fue, nos dio sus muebles". Y nos enseñaban esos armarios enormes que el brasileño regaló a las monjas y que estaban al lado de una Virgen del Pilar regalada por Ángel Cristo. ¡Ah! ¡Qué bella habitación era aquella!¡La estatuilla de Cristo y el mueble de Ronaldo! ¡Y la gente sin saberlo y perdiendo el tiempo en el Museo del Prado!

Luego está el tema Gilbert Arenas del que me alertó Bend3r: dos jugadores de la NBA apuntándose con una pistola dentro de un vestuario. Es curioso lo de la NBA. Es muy profesional, vende muy bien su producto, cuida a sus estrellas y es un gran negocio pero a veces tiene cosas absurdas como perseguir casi con la misma dureza twittear que poseer armas. Al final, pero, los jugadores poseen armas y twittean. Gilbert Arenas lo hizo ayer y de manera compulsiva con unos veinte mensajes en una cuenta que, hasta entonces, estaba prácticamente inutilizada. ¿Y lo hizo para arrepentirse? Pues más bien no. Es más, casi se lo tomó a broma el asunto y aprovechó de paso para aclarar el tema de Shaquille y la novia de Arenas: "Ser la víctima fue maravilloso. Tenía chicas que me decían que lo sentían mucho y que si necesitaba algo allí estaban". Aquí el Twitter de Arenas.

Escrito por por Anónimo el 02 enero 2010.
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