Hoy me iré a la cama feliz. Y no porque me he sentido como un ídolo sino porque un ídolo se ha sentido como yo. Ese "¡Máma, siéntate de una puta vez!" de LeBron James es lo más humano que he visto en el deporte profesional desde que a Kadijevic le pilló un apretón en la barriga en medio de un partido. [Remember vídeo]

¿Quién de infantil no ha estado alguna vez en pleno centro del campo y ha escuchado de fondo un "¡¡Árbitro, tarjeta!!" de la voz de un familiar cuando no tocaba y ha hecho ver que seguía concentrado en el partido para que los compañeros no le mirasen? ¿Quién no ha querido que la tierra le tragase cuando oía un "ese es mi niño"? ¿O un "!!Bruto, cuidado con mi hijo¡¡"?Ayyy, las gradas...En los estadios podrán luchar contra la violencia física, contra el alcohol y contra las mascotas [esto es propuesta mía] pero jamás contra la violencia acústica hacia los propios familiares.

He de decir, pero, que mi madre jamás se metió con un árbitro. O al menos yo no lo escuché (o me hecho mayor y no me acuerdo). Ella picaba en otras flores. Aún recuerdo un jueves en el campo del Pubilla cuando me vino mi entrenador (un ex Primera rollo Pedrito o Marc Crosas) y me dijo: "O controlas a tu madre o te echo". Luego me enteré de que ésta le había dicho "No tienes ni puta idea" porque me había puesto de suplente. No sé si tenía razón o no, la cosa es que dos meses después ese hombre dejaba los banquillos para siempre. Y mi madre siempre ha seguido siendo mi madre.

Etiquetas: Lebron James

Escrito por por Anónimo el 13 mayo 2008.
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