Me encanta la nueva hornada de árbitros que está suelta por Europa. Ayer llegaba la foto de Ivanov con su involuntaria peineta y hoy envían al Bar el vídeo de Eric Braamhar, el árbitro que pitó el PSV-Ajax, y que celebró el quinto gol de los visitantes con más efusividad que Gabri y Ten Cate juntos. No me imagino que hubiera pasado si el gol llega a ser el 0-1 en el minuto 90. Igual Braamhar se hubiera quitado la camiseta para celebrarlo, se hubiera autosacado una tarjeta amarilla por ese motivo, la habría protestado y se habría sacado a sí mismo la segunda amarilla provocando la suspensión del partido. Surrealista pero no imposible. Un hombre que, siendo árbitro, es capaz de celebrar un gol de su equipo en el campo de rival, puede ser capaz de cualquier cosa.

PD: Si a alguien le interesa la tapadera que tiene Braamhar es la siguiente: el árbitro celebraba que había aplicado bien la ley de la ventaja como se puede comprobar en este vídeo. "Estos árbitros estan locos" diría Obelix.

Escrito por por Anónimo el 22 marzo 2007.
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