Los tiempos
El fútbol es curioso. Una semana dura cincuenta días y un partido treinta minutos. Ese tiempo es el que Messi pudo mantener al Barça dentro del partido. Más no pudo (o no lo dejaron). Sin Messi, hoy no existe Barça.

Los toros
Si un torero hace una buena faena pero no mata, escucha silbidos. Un toro, si es bravo, siempre acaba ovacionado. El partido fue eso. El Barça -hasta que econ el 2-0 se acabó el match- fue un buen torero. Messi, cabeza de cartel, hizo chicuelinas, verónicas, escobinas y tuvo hasta tiempo de esconderle el Balón de Oro a Cannavaro y Ronaldinho...pero echó en falta una espada con la que rematar la faena.

El Madrid, perfecto en su papel de toro bravo, tenía la misma furia y la misma herida que el Chelsea el otro día. Se demuestra que el orgullo gana partidos...aunque no sé si sirve para conquistar copas.

La moraleja del cuento, según cuentan, es que el toro siempre acaba muerto y el torero en las portadas.

Plan B
No por meter más gasolina el coche va a ir más rápido. Al contrario. Creo que se equivoca Rijkaard con la apuesta de tanto jugón en el campo ya que si las cosas se tuercen, sólo le queda la alternativa de meter más pólvora. A más atacantes, más follón en el campo y menos huecos para Xavi, Iniesta, Messi, Giuly, Saviola y Ronaldinho. Pasó en Londres y se ha vuelto a repetir en Madrid.

Refuerzos
Gastarse 30 o 40 millones de euros para acabar con la sensación de que con Oleguer, Márquez y Saviola se hubiera ganado el partido es para que el secretario técnico se lo haga mirar. Si el Barça quiere marcar una época no le va a ser suficiente con los refuerzos del 2004-2005 ya que, como dicen aquí en el Bar, "quitar y no pon se acaba el montón".

Escrito por por Anónimo el 22 octubre 2006.
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