Tour: volver a disfrutar
Me trago cada año el Tour, pero no sé ni arreglar un pichazo de la bici. No sé si resistiremos una etapa de montaña o una crono tan larga, pero sé que me voy a agarrar al sofá estos días como hace años que no lo hacía. Como con Perico. Pidiendo que aguanten el ataque del alemán. Rezando para que el ruso siga sin tener su día. Clamando para que el australiano siga a rueda de todos.
¡Que grande es el Tour y que bello es el ciclismo! Justo cuando todo estaba perdido, cuando las plumas y televisores de este país lo habían mandado al panteón del boxeo, cuando todas las carreteras parecían bien limpias y asfaltadas, va y aparecen Pereiro, Sastre y el resto de anónimos ciclistas para decir: "¡Basta ya! ¡Somos deportistas!". Y entonces nosotros nos enganchamos a ellos. Y los jaleamos. Y pedaleamos fuerte ante nuestro televisor. Y pensamos que jamás, nunca jamás, abandonaremos al verdadero deporte del pueblo.
Porque el tenista, o el piloto, o el futbolista, trabaja con el objetivo de ser un ídolo rico. Pero el ciclista se pasa cinco horas luchando ante las adversidades con la única meta de ilusionarnos, de emocionarnos. Sabiendo de antemano que jamás serán ricos ni famosos y que quizás, con mucha suerte, disfruten de un día de gloria efímera en toda su carrera antes de retornar a la humildad, al sufrimiento, al barrio de donde salieron o al grupo de amigos que nunca abandonaron.
Y es que ya lo decía Dani Pedrosa -cuyo hermano es ciclista- en plena Operación Puerto y en los días previos al Tour: "Hemos de tener un respeto a alguien que se pasa tres semanas seguidas recorriendo Francia en bicicleta". ¡Basta ya de atacar al ciclismo! ¡No matemos al pobre, démosle salidas!
PD: Italia ganó el Mundial después de lo de Moggi. Dos españoles encabezan el Tour después de lo de Eufemiano y Sáinz. ¿Será el escándalo la antesala del éxito?
¡Que grande es el Tour y que bello es el ciclismo! Justo cuando todo estaba perdido, cuando las plumas y televisores de este país lo habían mandado al panteón del boxeo, cuando todas las carreteras parecían bien limpias y asfaltadas, va y aparecen Pereiro, Sastre y el resto de anónimos ciclistas para decir: "¡Basta ya! ¡Somos deportistas!". Y entonces nosotros nos enganchamos a ellos. Y los jaleamos. Y pedaleamos fuerte ante nuestro televisor. Y pensamos que jamás, nunca jamás, abandonaremos al verdadero deporte del pueblo.
Porque el tenista, o el piloto, o el futbolista, trabaja con el objetivo de ser un ídolo rico. Pero el ciclista se pasa cinco horas luchando ante las adversidades con la única meta de ilusionarnos, de emocionarnos. Sabiendo de antemano que jamás serán ricos ni famosos y que quizás, con mucha suerte, disfruten de un día de gloria efímera en toda su carrera antes de retornar a la humildad, al sufrimiento, al barrio de donde salieron o al grupo de amigos que nunca abandonaron.
Y es que ya lo decía Dani Pedrosa -cuyo hermano es ciclista- en plena Operación Puerto y en los días previos al Tour: "Hemos de tener un respeto a alguien que se pasa tres semanas seguidas recorriendo Francia en bicicleta". ¡Basta ya de atacar al ciclismo! ¡No matemos al pobre, démosle salidas!
PD: Italia ganó el Mundial después de lo de Moggi. Dos españoles encabezan el Tour después de lo de Eufemiano y Sáinz. ¿Será el escándalo la antesala del éxito?
Escrito por por Anónimo el 19 julio 2006.
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Menuda etapa más bonita. No ya porque los dos mejores fueran corredores españoles sino porque hemos visto a un "jornalero de la gloria" como Rasmunsen meterse en la fuga del kilómetro 5 en busca de la etapa y del maillot de topos.
También hemos visto a un Menchov con ganas de atacar al líder minutos antes de que éste sufriera la pájara.
Y nada, la gloriosa jornada de Pereiro y de Sastre, cada uno a su manera.
Pero bueno, lo que más me ha gustado es esa unión y ese buen rollo que parece que hay en el pelotón; cierto es que Pereiro y Landis fueron compañeros pero las palabras del gallego sintiendo el haberle quitado el amarillo al americano han sido un bonisto gesto.
Pues yo no puedo evitar pensar que no es que los que queden estén limpios, sino que no les han pillado. Me quitaron las ganas de ciclismo.
No puedo estar más de acuerdo, que etapon, he disfrutado con Rasmunsen, Sastre, Pereiro ...
Y a todos los que critican ahora al ciclismo y no entienden como a algunos nos sigue apasionando les invito a ver esta etapa.
Les recomiendo que se fijen en los ojos hundidos de Rasmusen en los últimos 3 km, en las bocanadas de Menchov que buscaba y no encontraba aire, y que repasen tambien no a los vencedores sino a los que la organización tuvo que repescar porque llegaban fuera de control en una etapa durísima.
Despues buscad otro deporte de competición en el que el físico se lleve al mismo estado límite.
Serían capaces, nada más llegar a la meta, de decirles que lo suyo no tiene mérito porque van dopados?.
Por eso el ciclismo es especial, y cuando la gente está en la carretera no anima solo a su ciclista preferido, sino a todos y cada uno que pasan a su lado, desde el primero al último.Y es que todo aquel que ha cogido una bicicleta y se ha subido un puertecillo sabe lo que tienen que sufrir en etapas como las de hoy.
Por eso yo siempre defenderé al ciclista, y no generalizaré diciendo que todos estan dopados, se merecen un respeto, al menos el mismo que a los Ronaldinhos, Alonsos, Gasoles ... de turno.
¿Están limpios todos los futbolistas del mundo?¿Todos los tenistas?¿Todos los jugadores de la NBA? ¿Todos los abogados? ¿Todos los médicos?...
Lo que pasa es que el ciclismo no es un deporte rentable. Nadie paga una entrada para ver el espectáculo. Las televisiones no pagan en exceso. No genera muchos ingresos...Es muy fácil ensuciarlo, tanto como quitarle el bocadillo al niño flojucho y bajito en la escuela.
¡Aguante el ciclismo!
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