Aquellos tiempos...
Faltaban 16 segundos. Thompson tenía los pies fuera de la línea de 6,25 metros. Los griegos, en una dinámica de tamaños despropósitos como los que se estaban viviendo hacía ya tantos minutos, le dejaron solo. Thompson elevó su humanidad de 2,03 metros de altura y metió el triple decisivo: 59-57. Quedaba tiempo para que Paspalj fallara un uno más uno. Faltaban cuatro segundos y ocho décimas. El rebote no lo pudieron sujetar ni Villacampa ni Rafael Jofresa.
El cronómetro, en un fallo demencial de la mesa de anotadores, no corría. El Olympiakos desaprovechó el regalo arbitral y un triple de Tomic hizo agua. Y el Joventut se liberó del insoportable peso de no haber conseguido su máxima razón existencial durante 64 años y redimió al baloncesto español.
De una forma drámatica, que no se olvidará nunca, el Joventut entró en la historia del baloncesto europeo.
(Escrito por Roberto Álvarez en El País, 22 abril 1994)
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Ayer se celebró el homenaje a Rafa Jofresa, director junto a su hermano de aquél Joventut campeón de Europa del 1994. Ganaron más títulos de lo que uno se podía imaginar para una ciudad tan pequeña como Badalona y, sobretodo, enseñaron a miles de chavales como yo que "la Penya es un modo de vida"( como diría Zeljko Obradovic al acabar aquella final.)
El cronómetro, en un fallo demencial de la mesa de anotadores, no corría. El Olympiakos desaprovechó el regalo arbitral y un triple de Tomic hizo agua. Y el Joventut se liberó del insoportable peso de no haber conseguido su máxima razón existencial durante 64 años y redimió al baloncesto español.
De una forma drámatica, que no se olvidará nunca, el Joventut entró en la historia del baloncesto europeo.
(Escrito por Roberto Álvarez en El País, 22 abril 1994)
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Ayer se celebró el homenaje a Rafa Jofresa, director junto a su hermano de aquél Joventut campeón de Europa del 1994. Ganaron más títulos de lo que uno se podía imaginar para una ciudad tan pequeña como Badalona y, sobretodo, enseñaron a miles de chavales como yo que "la Penya es un modo de vida"( como diría Zeljko Obradovic al acabar aquella final.)
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