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Esto del fútbol...


Esto del fútbol no hay Dios quién lo entienda. Pierdes 2-0, cambias a Robinho por Raúl Bravo y resulta que será uno de esos cambios que pueden maracar el futuro de un grande como el Madrid.

No fue un cambio de un delantero por un defensa. Fue mucho más que eso. Fue cambiar a alguién que lleva aquí sólo dos meses por alguién que se ha críado en el Madrid. Fue sustituir el talento por el corazón, el cambio de la preocupación despreocupada por el orgullo de haber mamado los colores de una camiseta.

El espíritu de Raúl Bravo es la brújula del madridismo a día de hoy. Si las cosas fueran bien si que la nave podría ser pilotada por galácticos, pero cuando no funciona lo mejor es llevarla a los mecánicos. Mecánicos llenos de grasa, currantes de la vida, pero que en seguida dan con el problema. Ayer el Madrid encontró su problema, mostró su corazón, renació su orgullo, descubrió sus colores y vió la salida curiosamente donde nadie penso que estaría: en su escudo.

Esto del fútbol es increíble. El día que los brasileños tenían que salvar la cabeza de su entrenador resultó ser el día que un canterano defensestrado salvó la suerte del Madrid.
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