1. Llevo tres minutos despierto, aún no he tomado mi plato de yoghourt con cereales, y ya he leído en ocho sitios que el GP de Australia ha sido tan caótico que han tenido que abandonar quince coches. ¿Y estas cosas no pueden suceder en la Liga española?, me pregunto.
2. Porque el líder de la Liga, el Madrid, parece que de un año para el otro sólo ha conservado del espíritu de Capello sus peinetas. Ni siquieran juegan mal. Simplemente no juegan. ¿Cómo van a ganar así? ¡Abandono ya!
3. Porque su perseguidor, el Barça, tiene en su historial clínico de la temporada a tipos que se han tirado de la moto más veces que Sete Gibernau. Y en cambio ahí siguen, vivos y en carrera. Eso es inconcebible que diría el calvito malo de La Princesa Prometida. [Nota: al final de la peli el calvito muere y el que hace cosas inconcebibles se lleva a la princesa en brazos]
4. Así pues, abandonos, los producidos por botellazos. Justo los que no deberían existir. Me alegra que hayan sido los jugadores del Betis los primeros que hayan querido abandonar el terreno de juego después del incidente. No me alegra que el Ruiz de Lopera sea reincidente y nunca pase nada. Y sí, ya sé que imbéciles hay en todos lados y que son incontrolables. Pero por eso mismo se deberían controlar más. (¿Si no hay seguridad detrás de las porterías dónde la va a haber?
5. Total, que el único abandono que estaba anunciado es el que no se ha producido: el de De Guzmán y su señora esposa (o novia o lo que sea). Cuentan que la mujer ya respira tranquila. Pero no por que no se vaya a pasar un año sin sexo sin su pareja sino porque por fin ha acabado esta semana loca en la que De Guzmán ha debido hacer más horas extras que un profesor de matemáticas.
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