Video kill the radio star
Durante la primera parte - y hablando de Paco González y los comentaristas- cantaba Eloy Urarte aquello de Video kill the radio star. Estoy de acuerdo. Aunque creo que no sólo es la tele la culpable de ese mal: también fuimos nosotros que lo encumbramos a un lugar que no tocaba y él que se creyó que dónde le encumbrábamos era su sitio natural. Sea quien sea el culpable la verdad es que, dos años y tan sólo una decena de partidos después, Paco González, con sus falsos nervios, sus sonrojantes diálogos imaginarios con los jugadores y su excitado forofismo de tasca ha hecho más por Sauca, JJ Santos y Esteva que los propios Sauca, JJ Santos y Esteva. Bueno, miento, a Paco le quedan aún dos o tres partidos para que me haga bueno a Esteva.
Y es que no soporto que en el segundo 10 de partido Manu Carreño me berree en la oreja y que en el minuto 2, Paco (te tuteo igual que tuteas a los jugadores) me transmita unos nervios que ni él sufre ni en el estadio están presentes (los irlandeses sabían que perderían, los españoles sabían que ganarían y la única preocupación no era empatar sino saber si te iba caer alguna cerveza). No, no me apetece sufrir cuando no toca. Sufro si un día me toca madrugar, si tengo que pagar a Hacienda (cosa que creo nunca sabré), si he de hablar en público o si en cuartos nos toca Francia, llegamos a los penaltys y Ramos pide tirar uno. Pero viendo un España -Irlanda no me toca estar tenso. Quiero reírme como los irlandeses con el 4-0. Como con Sauca cuando confunde nombres. Como con JJ Santos con Enrique Collar.
Igual es cosa mía que estoy muy susceptible sin el póker online (es como dejar el tabaco) pero creo que no. Creo que en el descanso más de uno y más de dos debieron llamar al teléfono rojo de Vasile para decirle que aquello, con tanto estrés, era insufrible. Y Tele 5 ha reaccionado transmitiendo el mensaje y provocando que la segunda mitad fuese más llevadera con un Paco González más callado y más tranquilo. La verdad es que, no sé si por el toque de atención o porque realmente Paco González estaba nervioso y Silva con su gol le ha tranquilizado, se ha podido disfrutar más del partido y del juego de España en ese segundo tiempo. Se ha podido comprobar que debatir si esta selección juega mejor con 9 o con falso 9 es como debatir a las cinco de la madrugada de un sábado si la copa que te vas a tomar ha de ser de ron o de whisky. Hay momentos en la vida que, de tan embalado que vas, da lo mismo una cosa que otra porque vas a acabar igual (de bien o de mal). Y eso Del Bosque, a diferencia de muchos periodistas que abren el debate para luego echarnos en cara a nosotros que hayamos discutido, creo que lo sabe.
Al margen de eso la segunda parte ha servido para más cosas: para memorizar algunas frases de esas que integras fácilmente en un entorno futbolero y nadie se da cuenta de que no tienes ni puta idea; para seguir con una sonrisa en la boca el hashtag de #OyeSara dedicado a las conexiones a pie de campo con la Carbonero ("#OyeSara ¿de qué color es el caballo blanco de Santiago? -Blanco -Gracias Sara.") y para volverte loco escuchando a los comentaristas sus explicaciones sobre el resultado que necesitamos ante Croacia para clasificarnos. Aún no tengo claro que a estas horas tengan las cuentas claras. Es más, creo que están más perdidos que Mercedes Milá en Gran Hermano y que mientras se encuentran se perderán cosas del postpartido como éstas: los besitos al aire de Shakira y Piqué (lo más pasteloso en el mundo del fútbol desde que Raymond Domenech le pidiera matrimonio a su novia periodista el día que le cortaban la cabeza) y el 4-1 de Sergio Ramos en su Facebook que deja claro que contra Croacia no se pacta porque el central, por mucho que entienda de fútbol, nunca ha sido de números.
Y es que no soporto que en el segundo 10 de partido Manu Carreño me berree en la oreja y que en el minuto 2, Paco (te tuteo igual que tuteas a los jugadores) me transmita unos nervios que ni él sufre ni en el estadio están presentes (los irlandeses sabían que perderían, los españoles sabían que ganarían y la única preocupación no era empatar sino saber si te iba caer alguna cerveza). No, no me apetece sufrir cuando no toca. Sufro si un día me toca madrugar, si tengo que pagar a Hacienda (cosa que creo nunca sabré), si he de hablar en público o si en cuartos nos toca Francia, llegamos a los penaltys y Ramos pide tirar uno. Pero viendo un España -Irlanda no me toca estar tenso. Quiero reírme como los irlandeses con el 4-0. Como con Sauca cuando confunde nombres. Como con JJ Santos con Enrique Collar.
Igual es cosa mía que estoy muy susceptible sin el póker online (es como dejar el tabaco) pero creo que no. Creo que en el descanso más de uno y más de dos debieron llamar al teléfono rojo de Vasile para decirle que aquello, con tanto estrés, era insufrible. Y Tele 5 ha reaccionado transmitiendo el mensaje y provocando que la segunda mitad fuese más llevadera con un Paco González más callado y más tranquilo. La verdad es que, no sé si por el toque de atención o porque realmente Paco González estaba nervioso y Silva con su gol le ha tranquilizado, se ha podido disfrutar más del partido y del juego de España en ese segundo tiempo. Se ha podido comprobar que debatir si esta selección juega mejor con 9 o con falso 9 es como debatir a las cinco de la madrugada de un sábado si la copa que te vas a tomar ha de ser de ron o de whisky. Hay momentos en la vida que, de tan embalado que vas, da lo mismo una cosa que otra porque vas a acabar igual (de bien o de mal). Y eso Del Bosque, a diferencia de muchos periodistas que abren el debate para luego echarnos en cara a nosotros que hayamos discutido, creo que lo sabe.
Al margen de eso la segunda parte ha servido para más cosas: para memorizar algunas frases de esas que integras fácilmente en un entorno futbolero y nadie se da cuenta de que no tienes ni puta idea; para seguir con una sonrisa en la boca el hashtag de #OyeSara dedicado a las conexiones a pie de campo con la Carbonero ("