Bellini, el capitán que eternizó un gesto

"No pensé en levantar la Copa. La verdad es que no sabía que hacer con ella cuando me la entregó el Rey Gustavo de Suecia. Lo que sucedió es que en la ceremonia de entrega de la Jules Rimet la confusión era tan grande y eran tantos los fotógrafos que buscaban una mejor posición que de repente algunos de ellos, los más bajitos, comenzaron a gritar: "¡Bellini, levanta la Copa! ¡Levántala Bellini!" porque no podían fotografiarla. Fue entonces cuando yo la levanté"
(Nota mental: me gustan las anécdotas en las que los bajitos cambian el mundo)
Se suele decir que todos los grandes dictadores han sido bajitos. Así pues, si el rumor es cierto, los bajitos siempre han cambiado el mundo.
Que gran anécdota... la desconocía por completo.
Felicidades
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