Es extraño. Después de ver cuatro fantásticos goles a uno le da la sensación de haber asisitido a un Pubilla - Marianao de la Regional Preferente. Empujones, faltas tácticas, protestas, más protestas, parones de juego, tanganas, centrocampismo y un árbitro que acaba enmerdándolo todo. No debe ser fácil pitar el duelo más apasionante y con más rivalidad que existe actualmente en Europa, pero tampoco debe ser fácil convertir a quince aspirantes a Balón de Oro en quince guerrilleros que se olvidan de practicar todo el buen fútbol que llevan dentro. Farina lo ha conseguido y el Chelsea ha sonreído. Es normal. Los ingleses disfrutan más que el Barça en ese cuerpo a cuerpo.

Mientras tanto los azulgranas han hecho lo que han podido: intentar mantener el tipo en ese combate ya que a falta de la electricidad y el buen juego de antaño lo único que puede hacer es adaptarse a los partidos tal como le vienen. Ya no manda en el campo, ahora se deja mandar. Da la sensación de que cada partido que pasa, el Barça es cada vez menos Barça. Preocupante si se considera que el objetivo galáctico marcado a principio de temporada era ganar las seis copas en juego.

PD: Lo mejor del partido, gol de Lampard al margen, han sido sin duda los gritos de Samuel Eto'o desde la posición de comentarista. Desde este enlace de Antena 3 podéis escuchar la celebración del 1-0. Subid los altavoces y comprobad que el camerunés no es de este planeta.

Escrito por por Anónimo el 31 octubre 2006.
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