A la final
Sigo impresionado con la selección de balonmano. No sólo parecemos buenos sino que lo somos y lo demostramos. Es decir, todo lo contrario del fútbol (veáse ejemplo de Torres especialmente).
Es impresionante como desde la llegada de Pastor hayan desaparecido del panorama selecciones como Suecia, Yugoslavia, Islandia, Rusia y las posibles oponentes (Alemania, Dinamarca, Eslovenia) se muestren tan débiles. ¿Que les ha pasado? ¿Hemos mejorado mucho o han dejado de tener cultura de balonmano en esos países?
Es que ves los partidos y siempre te parecen mejores los nuestros. No sólo un jugador sino todos. Piensas en el mejor portero y es nuestro, el mejor pivot y es nuestro, los mejores extremos son nuestros, los laterales...todos. Es como si jugáramos una partida de rol y nosotros tuviéramos magos, enanos, arqueros y hobbits y el rival sólo tuviera pitufos.
Y lo mejor de todo es que los nuestros ni se molestan ni se estorban. Ahora tiro un poco de Uríos, luego un poco de Juanín, otro poco de Iker y finalizo con un pelín más de defensa. Y, oye, todo funciona a la perfección. Ningún plan falla. Siempre escogemos la opción adecuada, siempre encontramos a un jugador para tirar del carro, siempre hay una opción a la que acogerse. Es fantástico el engranaje de este equipo y lo bien que lo sabe manejar Pastor ya que con tanto buen jugador es difícil saber escoger siempre acertadamente.
En fin, mañana final. A ver que pasa.
Es impresionante como desde la llegada de Pastor hayan desaparecido del panorama selecciones como Suecia, Yugoslavia, Islandia, Rusia y las posibles oponentes (Alemania, Dinamarca, Eslovenia) se muestren tan débiles. ¿Que les ha pasado? ¿Hemos mejorado mucho o han dejado de tener cultura de balonmano en esos países?
Es que ves los partidos y siempre te parecen mejores los nuestros. No sólo un jugador sino todos. Piensas en el mejor portero y es nuestro, el mejor pivot y es nuestro, los mejores extremos son nuestros, los laterales...todos. Es como si jugáramos una partida de rol y nosotros tuviéramos magos, enanos, arqueros y hobbits y el rival sólo tuviera pitufos.
Y lo mejor de todo es que los nuestros ni se molestan ni se estorban. Ahora tiro un poco de Uríos, luego un poco de Juanín, otro poco de Iker y finalizo con un pelín más de defensa. Y, oye, todo funciona a la perfección. Ningún plan falla. Siempre escogemos la opción adecuada, siempre encontramos a un jugador para tirar del carro, siempre hay una opción a la que acogerse. Es fantástico el engranaje de este equipo y lo bien que lo sabe manejar Pastor ya que con tanto buen jugador es difícil saber escoger siempre acertadamente.
En fin, mañana final. A ver que pasa.
Te olvidas de que falta el niño mimado: Urdangarín. El tío era bueno, pero llevaba tiempo filtrado. Pero vivía (y vive) deportivamente entre paños de algodones.
»
Publicar un comentario