Como barcelonés me horroriza leer que nuestro Ayuntamiento ha gastado más del doble de dinero en los Laureus que en las ayudas a los clubs de la ciudad.Y me escandaliza no sólo eso sino que encima de puta hayamos tenido que pagar la cama viendo como en vez de los deportistas actuales más importantes del mundo (los Federer, Kobe Bryant, Fernando Alonso, Phelps,...) nos han colado a un grupo de héroes patrios (Aitor Ocio, Sergio Ramos, Rudy Fernández y la repelente Gisela Pulido, entre otros), los mejores actores secundarios del cine americano, una reunión de escotes glamorousos que no entendían ni de deporte ni de cómo vestirse en los días de lluvia, monarcas olímpicos (curioso calificativo que debe sentar como una patada en los huevos a los auténticos deportistas profesionales que se dejan la vida para muchas veces quedarse en el camino) y un grupo de viejas glorias y leyendas que hubieran hecho de estos Laureus una gran gala en los 80, 70 o incluso los 60 pero no en el 2007.

Que últimamente nos dejen organizar cada año este evento en España es para que sospechemos. Si fueran importantes ya os digo yo que de Estados Unidos o Suiza no salían. O es un chanchullo organizado por nosotros mismos (mejor no saberlo para no escandalizarnos) o son unos premios que importan una mierda a la gente del deporte. Y si de lo primero tengo sólo la sospecha, de lo segundo estoy seguro. Ni a los periodistas que nos han de informar les interesa (véase por ejemplo la columna de hoy de Relaño en la que se inventa un Premio al Barça para así poder hablar de algo), ni al jurado (dar a Mauresmo el premio de revelación es de traca cuando ya está a punto de retirarse), ni mucho menos a los deportistas. Si las ausencias de los deportistas mencionados en el primer párrafo ya duelen, las de las estrellas que viven en Barcelona son sangrantes. Ni Xavi, ni Puyol, ni Ronaldinho (los tres a 20 minutos como mucho del Palau Sant Jordi) acudieron por, según palabras de su presidente, la lluvia que caía. ¿Qué debía pensar Isinbayeva, la única deportista seria que no falló, cuando ella se cascó todo el continente para acudir a la cita y vió que los locales eran incapaces de afrontar la Plaza España?. Aunque bueno, pensándolo bien, a Laporta eso ya le fue bien. ¿Para qué obligarlos a asistir cuando puedes salir solito y elegante -a pesar de la torcida pajarita- en la foto?

Escrito por por Anónimo el 03 abril 2007.
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