Y es que no soporto que en el segundo 10 de partido Manu Carreño me berree en la oreja y que en el minuto 2, Paco (te tuteo igual que tuteas a los jugadores) me transmita unos nervios que ni él sufre ni en el estadio están presentes (los irlandeses sabían que perderían, los españoles sabían que ganarían y la única preocupación no era empatar sino saber si te iba caer alguna cerveza). No, no me apetece sufrir cuando no toca. Sufro si un día me toca madrugar, si tengo que pagar a Hacienda (cosa que creo nunca sabré), si he de hablar en público o si en cuartos nos toca Francia, llegamos a los penaltys y Ramos pide tirar uno. Pero viendo un España -Irlanda no me toca estar tenso. Quiero reírme como los irlandeses con el 4-0. Como con Sauca cuando confunde nombres. Como con JJ Santos con Enrique Collar.
Igual es cosa mía que estoy muy susceptible sin el póker online (es como dejar el tabaco) pero creo que no. Creo que en el descanso más de uno y más de dos debieron llamar al teléfono rojo de Vasile para decirle que aquello, con tanto estrés, era insufrible. Y Tele 5 ha reaccionado transmitiendo el mensaje y provocando que la segunda mitad fuese más llevadera con un Paco González más callado y más tranquilo. La verdad es que, no sé si por el toque de atención o porque realmente Paco González estaba nervioso y Silva con su gol le ha tranquilizado, se ha podido disfrutar más del partido y del juego de España en ese segundo tiempo. Se ha podido comprobar que debatir si esta selección juega mejor con 9 o con falso 9 es como debatir a las cinco de la madrugada de un sábado si la copa que te vas a tomar ha de ser de ron o de whisky. Hay momentos en la vida que, de tan embalado que vas, da lo mismo una cosa que otra porque vas a acabar igual (de bien o de mal). Y eso Del Bosque, a diferencia de muchos periodistas que abren el debate para luego echarnos en cara a nosotros que hayamos discutido, creo que lo sabe.
Al margen de eso la segunda parte ha servido para más cosas: para memorizar algunas frases de esas que integras fácilmente en un entorno futbolero y nadie se da cuenta de que no tienes ni puta idea; para seguir con una sonrisa en la boca el hashtag de #OyeSara dedicado a las conexiones a pie de campo con la Carbonero ("