Togo trae la primera alegría

Me ha gustado despertarme y leer que Togo va a jugar la Copa de África pese a los terroristas y los gobiernos. Hubiera entendido perfectamente la decisión contraria y la hubiera aplaudido igual pero no me hubiera ilusionado tanto como saber que hay gente que, con tal de jugar a fútbol, no le importa recorrer el camino más complicado y difícil. Y quizás por eso no entiendo algunos titulares y algunas letras en negrita de diarios en los que parece que los malos de la película sean los futbolistas cuando en realidad sólo son víctimas.

Por cierto, ahora que Togo ha echado una mano a Angola no estaría mal que Angola echara una mano también a Togo y el resto de participantes sacándolos de una zona conflictiva y reubicando a ese grupo de Cabinda en otras sedes del país más tranquilas. ¿Que no hay tiempo para ello? ¿Que a nivel de organización eso sería un caos? ¡¡Más caos sería otra desgracia!! Además que para jugar un partido no hacen falta tampoco demasiado: veintidós jugadores, tres árbitros (a veces ni eso) y dos porterías. Lo demás -incluidos aficionados, televisiones y dirigentes- somos perfectamente suprimibles. Mejor verlos más adelante que no verlos.